

YOGA PARA ADOLESCENTES (Ver video abajo)
COMENZAMOS OTRO NUEVO CURSO (5º Año YA) de Yoga para adolescentes, chicos y chicas de 12 a 18 años.
Clases Online hasta que la situación sanitaria mejore.
Lunes de 16:30 a 17:30
A partir de Octubre de 2020
CRECER en calma
HACER ejercicio sin competir
APRENDER de uno mismo para relacionarnos mejor
MEDITAR y aprender qué es la mente
DESCUBRIR como relajarnos si estamos nerviosos
Y sobre todo DIVERTIRNOS
Después del éxito que fue el comienzo de las clases de Yoga para adolescentes hace ya cinco años, este año estoy deseando volver a comenzar, o más bien de continuar en esta hermosa experiencia que es el acercar el Yoga y sus beneficios a los chicos y chicas adolescentes que así lo deseen.
Desde que di a conocer la propuesta de conformar un grupo de Yoga para Adolescentes, muchos padres me han trasladado la inquietud de cómo hacer para darles a sus hijos adolescentes un respiro ante el estrés y la ansiedad que viven, inmersos en el mundo de las prisas, de la competitividad y la falta de humanidad en la que vivimos.
Porque sí, a ellos también les afecta todo esto y mucho.
Si a esto sumamos, su aparente desinterés o apatía, frecuentemente los padres, los tutores, nos encontramos con un obstáculo tan fuerte (el de la adolescencia) que parece imposible hacer otra cosa, que esperar sentados y sufriendo, hasta que pase ésta etapa. Pero así por supuesto no les ayudamos. La adolescencia es una época tan clave para el desarrollo de la persona, que es vital apoyarles en este momento de su vida.
Algo que ayuda en la adolescencia y también en la edad adulta a dar respuestas ajustadas a nuestra necesidad más inmediata, es ante todo conocernos a fondo a nosotros mismos, ser capaces de “meternos en nuestra propia piel” para aprender a estar ahí “como en casa”. Y desde ahí, desde la seguridad, el confort y la estabilidad mental que da esa fuerza interior, de saber qué nos sucede, qué se nos mueve dentro cuándo algo afuera tiene lugar, desde ahí, ser capaces de resolver los conflictos externos.
Los externos y en el caso de nuestros adolescentes, los internos también, porque es la suya una etapa de cambios fisiológicos extremos y desestabilizadores, con los cuales experimentan un bombardeo de afuera a adentro, pero también de adentro a adentro.
Con la práctica del Yoga con adolescentes, se pretende trabajar todos estos aspectos, y es conocido y ha sido estudiado a fondo en países como India, Inglaterra o Estados Unidos, que la práctica del yoga:
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Aumenta su rendimiento académico
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Aumenta su tolerancia hacia ellos mismos y hacia los demás
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Se construye su autoestima desde el autoconocimiento y aceptación de sus propios límites, sus capacidades y potenciales.
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Aporta un conocimiento de su proceso respiratorio como un proceso fisiológico del que echar mano para sobrellevar situaciones tan dispares como la ansiedad, el estrés, el miedo, los nervios, o cualquier tipo de emoción.
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Conocimiento del cuerpo físico a nivel anatómico, de movilidad, herramientas para el manejo y la resolución de posibles dolores tensionales o del mismo crecimiento y desarrollo.
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Conocimiento del espacio de la mente, desidentificación con lo que sucede en la mente, no somos nuestros pensamientos; la mente ha de ser una herramienta poderosa a nuestro servicio, pero no, el motor que se hace con las riendas de cada situación.
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Les permite experimentar la calma que nace del interior
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A la vez desarrollan un sentimiento más fuerte y sano de pertenencia a la comunidad.
Me resulta muy curioso este estudio que se ha hecho a cerca de la etimología de la palabra "adolescencia":
Es muy frecuente encontrarse hoy en día, con una concepción acerca del significado de las palabras "adolescencia" y "adolescente" relacionada con una supuesta etimología que los mismos diccionarios se encargan de señalar con cierta ambigüedad y hasta con inexactitudes.
Se hace derivar estos términos del verbo castellano "adolecer" que a su vez vendría del verbo latino “adolescere” que según los diccionarios significa: "padecer alguna dolencia habitual; caer enfermo; fig. Tener o estar sujeto a vicios, pasiones o afectos, o tener malas cualidades, causar enfermedad o dolencia"
Pero entre los romanos la “adolescentia” no era una edad donde se "adolecía de algo" o se sufriera.
En latín la palabra “adolescentia”, proviene del verbo “adolesco”, que no deriva de “ad” y “doleo”, sino de “ad” y “oleo” y su incoativo “olesco”. Este verbo expresa la idea de "el crepitar de los fuegos sagrados; los que llevan y transmiten el fuego; el crecer, desarrollarse, desenvolverse la razón, el ardor"
Me quiero quedar por supuesto con esta acepción tan rica e inteligente de nuestros antepasados los romanos que suponían al adolescente como "el que porta el fuego de la vida nueva", muy en contra de la acepción que negativamente le damos de "el que adolece, el que carece, al que le falta, tiene defectos o sufre"
Porque los adolescentes son portadores de vida, sí, de vida y de fuego, son vitales, creativos, germen de pasiones e ideas innovadoras. Seres humanos en construcción.
Si les damos a nuestros adolescentes el valor que tienen y el espacio y apoyo que necesitan, les ayudaremos a transitar en paz esta etapa tan bonita que es la adolescencia, y veremos la luz de un nuevo mañana, en el que ellos ya de adultos, trabajaran por construir un mundo mejor, desde una mayor conciencia de sí mismos y de los demás.
(Datos extraídos del libro “Etimologías” del Lic. Rodolfo Valentini)
Quiero compartir con vosotros la página de la Fundación de mi querida Charlotta Martinus, mi maestra en lo que se refiere a la práctica del Yoga con adolescentes. Podréis ver la labor internacional tan extraordinaria que hace a través de la difusión de la práctica del Yoga con chicas y chicos de estas edades:
https://teenyoga.com/charlotta-martinus/
Y quiero compartir con vosotros, el título que me acredita como instructora de Yoga para Adolescentes, tras recibir la formación de la Teen Yoga Foundation, de la mano de Charlotta Martinus
GRACIAS Charlotta por lo que me has enseñado y por alimentar en mí ese sentimiento de entrega y amor hacia estos chicos y chicas en edad adolescente. Sólo puedo decir que yo aprendo de ellos cada día, despiertan mi creatividad y mi motivación, son un verdadero motor. Tienen una energía bella, intensa y en expansión. La ternura el amor y el respeto que despiertan en mi, hace que la práctica y las sesiones sean un espacio para que cada uno logremos ser mejores cada día y vivir en paz.



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